Durante los años 60 el presidente Enric Llaudet impuso una fase de austeridad, pero entre 1975 y 1986 vivió su época dorada con un claro dominio del atletismo español. Tras unos años de decadencia, después de la Guerra Civil, el Marqués de la Mesa de Asta le dio un nuevo impulso. Frank Allack, William Hodge y Raine Gibson fueron los que marcaron el rumbo hacia el profesionalismo del club, hasta entonces regido por condición de amateur, y al que se unirían después los hermanos Charles y Percival Wallace.