Además de dotarlo de recursos económicos, Berlusconi implantó una nueva mentalidad en el equipo, con el fin de formar un equipo competitivo. El equipo finalizó la temporada de 1985/86 en la séptima posición. En esta temporada Talleres haría la peor campaña en su historia hasta el momento, ya que finalizaría último, con tan solo 27 puntos, ganando solo 6 partidos, empatando 15 y perdiendo los otros 17 encuentros.