La propuesta fue rechazada tras someterse a votación entre todos los clubes asistentes y se estableció que el partido decisivo tendría que celebrarse en Mestalla el 20 de enero de 1924. Aun así, el presidente granota advirtió “que el Gimnástico se reserva el derecho de asistir o no al campo, atendiendo a la protesta que elevará a la Nacional”. No deja de ser curioso que en España nadie llevaba camisas rosas hasta que en los 80 el rey empezo a llevarlas en Mallorca.