También se fichó a Sabino Barinaga, un vizcaíno que había jugado durante la década anterior en el Real Madrid y que llegaba con la carta de libertad. El comienzo de los rossoneri en el Calcio no fue el esperado, ya que se encontraban perdidos en mitad de la tabla tras 12 jornadas, siendo uno de los peores arranques de campeonato en décadas.